La tendinopatía del supraespinoso es una afección del hombro que afecta al tendón del supraespinoso tras su paso por debajo del acromion (espacio subacromial), que por pinzamiento, sobreuso o fricción, provoca cambios degenerativos en el tendón.

Comúnmente se la conoce como tendinitis del supraespinoso, pero nuevas evidencias científicas demuestran que no hay signos inflamatorios, sino de desgaste.

Revisión Anatómica

El músculo supraespinoso se origina en la fosa supraespinosa de la escápula (omóplato), pasa por debajo del acromion (espacio subacromial), y se inserta en el troquiter o tuberosidad mayor del húmero.

Entre el tendón del supraespinoso y el acromion hay una bursa sinovial (bursa subacromial), que se encarga de disminuir la fricción entre ambos. Cuando la bursa se inflama o se fribrosa aumenta la fricción y provoca lesión del tendón.

El tendón del supraespinoso, junto con el infraespinoso, redondo menor y subescapular, forman el llamado manguito de los rotadores, que se encargan de la estabilización dinámica del hombro. La función del supraespinoso es la abducción (elevación lateral) del hombro hasta los 30º, y ligera rotación externa, donde alcanza su máxima tensión. Los músculos  infraespinoso y el redondo menor controlan la rotación externa, y el músculo subescapular controla rotación interna, y juntos también controlan los movimientos de flexión y abducción. Otros estabilizadores dinámicos el tendón de la porción larga del bíceps y otros músculos de la cintura escapular como el pectoral mayor, músculo dorsal y serrato anterior.

Los estabilizadores estáticos están formados por la  anatomía articular, labrum glenoideo, cápsula articular,  ligamentos glenohumerales y la inherente presión negativa en la articulación.

Hay que tener en cuenta que el complejo articular del hombro participa en movimientos de flexión, abducción y aducción, y rotaciones externa e interna, a menudo ejecutados de manera combinada, por lo que rara vez se lesiona una sola estructura.

Síntomas

El principal síntoma es el dolor en la cara superior y antero lateral del hombro, que puede irradiar al codo y en la columna cervical. Puede ser de aparición nocturna, al dormir sobre el lado del hombro afectado, o tiene su arco doloroso en la abducción entre 60º-120º, punto donde el tendón fricciona con el acromion.

Otros síntomas pueden ser la impotencia funcional, con movilidad restringida y rigidez articular por encima de los 60º y al llevar la mano hacia la espalda (Las mujeres se quejan de no poderse abrochar el sujetador), e incluso desembocar en capsulitis retráctil, también llamada hombro congelado, que imposibilita la movilidad completa del brazo.

Para su diagnóstico se realiza la palpación y pruebas físicas de movilidad y de fuerza, y como pruebas de imagen la ecografía, radiografías y resonancia magnética.

Causas

Las causas más comunes son el sobreuso y sobrecarga al efectuar movimientos repetitivos elevando el brazo por encima de la cabeza (carniceros, labores de limpieza como limpiar los cristales, nadadores, levantamiento de pesas…)

Otras causas pueden ser:

  • Disminución del espacio subacromial, que provoca un pinzamiento o impigement
  • Cambios morfológicos en el acromion o en el troquiter que aumentan el rozamiento
  • Bursitis subacromial o fibrosis
  • Sobrecarga muscular y puntos gatillo miofasciales en escalenos, pectoral mayor menor, subclavio, serrato, dorsal mayor, supraespinoso, infraespinoso, redondo menor, subescapular, deltoides, coracobraquial bíceps braquial y trapecio superior.
  • Inestabilidad por laxitud articular
  • Traumatismo directo

Tratamiento de Fisioterapia

Los objetivos del tratamiento de fisioterapia son disminuir el dolor, recuperar la movilidad articular y la fuerza muscular, eliminar la tensión muscular y puntos gatillo miofasciales, y estimular la regeneración del tendón.

En la fase aguda aplicaremos electroterapia analgésica de tipo TENS o Interferenciales en el tendón, DIATERMIA capacitiva en la musculatura y resistiva con sensación térmica suave en el tendón, combinada con LÁSER y/o Ultrasonidos.

En la fase subaguda podemos comenzar con:

  • Ejercicios para mejorar la movilidad y la fuerza: Pendulares, Activos y Autoasistidos, y posteriormente Resistidos y Excéntricos, haciendo hincapié en estos últimos, con bandas elásticas y una pesa ligera, hasta el inicio del dolor.
  • Movilizaciones y terapia manual: Traslatorios, tracciones para decoaptar la articulación y movilizaciones pasivas, asistidas y resistidas, en todos los planos de movimiento y trabajando toda la cintura escapular.
  • Punción seca de Puntos Gatillo Miofasciales en la musculatura antes mencionada, y más adelante electroacupuntura del tendón.
  • DIATERMIA Capacitiva en la musculatura y Resistida con sensación térmica intensa en el tendón
  • En estadios más avanzados de esta fase, comenzamos a reeducar el gesto deportivo: Lanzamientos, levantamientos de pesas etc, para hacer una correcta readaptación deportiva.

Si el tratamiento durante la fase subaguda ofrece pocos resultados, podemos aplicar una o dos sesiones de Electrolisis Percutánea Intratisular (EPI) o de Electrólisis Percutánea Terapéutica (EPTE), que es una técnica similar pero sin rebasar el umbral del dolor. Ambas técnicas consisten en la aplicación de una corriente galvánica a través de agujas, que provoca una reagudización de la lesión, de manera que estimula los mecanismos biológicos de regeneración y recuperación del tejido.

Otra opción de tratamiento muy efectiva para lesiones subagudas y crónicas son las ondas de choque. Las ondas de choque son ondas acústicas de alta energía que promueven la regeneración del tendón gracias a su estimulación de la producción de colágeno, de angiogénesis y revascularización. Tienen también un efecto antiinflamatorio y analgésico.

Si pasados entre 3 y 6 meses no se observa mejoría, o persiste un grado alto de incapacidad, entraríamos en la fase crónica de la lesión, y el médico podría valorar practicar infiltraciones o incluso la intervención quirúrgica. Generalmente el tratamiento de fisioterapia tiene muy buenos resultados, y esto no suele ser necesario.

En Elena Miralles Centro de Fisioterapia tenemos una amplia experiencia en el tratamiento de la tendinopatía de supraespinoso y afecciones del manguito de los rotadores. Somos especialistas en recuperación y readaptación deportiva, y en técnicas innovadoras como la EPTE y las ondas de choque. Además, disponemos de la tecnología necesaria para estimular la regeneración del tendón. Si tienes dolor en el hombro, pídenos cita. Te haremos una valoración mediante ecografía y elegiremos el tratamiento que mejor se te adapte.

Leave a Reply